lunes, 9 de mayo de 2011



Mi hijo de woody
¨ El Disfraz y el Juego simbolico¨
Disfrazarse, juego dramático por excelencia, les permite a los niños recrear el mundo que los rodea, ponerle movimiento e imagen a sus fantasías y  al mismo tiempo, expresar sus sentimientos y emociones.
A los niños les encanta disfrazarse, y de hecho es un juego estupendo, pues les ayuda a desinhibirse y a estimular su imaginación convirtiéndose en algún personaje al que admiran y poniendo en práctica el juego simbólico.
El juego simbólico es el juego infantil por excelencia en el que los pequeños imaginan ser, imitando situaciones que ven en la vida real.
En ese proceso utilizan al máximo su imaginación, jugando constantemente en el límite entre lo real y lo imaginario, lo cual les ayuda a crear representaciones mentales que serán de gran ayuda para resolver situaciones futuras en su vida.
Las actividades lúdicas en las que los niños aprenden a simbolizar comienzan a partir de los dos años cuando tienen el nivel de comprensión que les permite imitar situaciones reales como jugar al papá y a la mamá, a hacer la comida, jugar a que van a la tienda a por comida, cuidar al bebé, por nombrar algunos de los juegos preferidos de mi niña de tres años.
Pero el juego no consiste únicamente en imaginar, sino que el habla acompaña el juego, ya que mientras interpretan están hablando y compartiendo sus fantasías con otros niños, por lo que además fomenta su sociabilización. Y ojo que a veces los niños utilizan el disfraz como una valvula de escape, lo que ellos jamás se atreven a decir, lo dirán con sólo ponerse un disfraz. El convertirse en otro por un rato les otorga esa libertad.